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Inspirado en la obra «El lenguaje de los perros: las señales de calma»de Turid Rugaas
En este artículo vamos a profundizar en las señales de calma , un concepto fundamental presentado por Turid Rugaas que revolucionó la manera en la que entendemos la comunicación canina. Son herramientas que tu perro utiliza para evitar conflictos, gestionar el estrés y mantener la armonía. Y, cuando las reconoces, la convivencia se transforma: paseos más tranquilos, interacciones más seguras y un vínculo más profundo
Comprender a nuestro perro es uno de los regalos más valiosos que podemos ofrecerle. Vivimos juntos, compartimos rutinas, emociones e incluso silencios… pero a menudo pasamos por alto que hablamos idiomas diferentes. Y aunque nos queremos mucho, la comunicación puede fallar si no aprendemos a “escuchar” lo que nuestro perro lleva toda la vida intentando decirnos.
La buena noticia es que ellos están constantemente comunicándose, de forma clara, honesta y amable. Solo necesitamos abrir los ojos.
Si aprendes a observar y detectar las señales de calma verás cómo estas señales aparecen en parques, paseos, encuentros con otros perros, en terrazas, zonas urbanas con ruido, y prácticamente en cualquier situación cotidiana. Solo hace falta mirar con atención.
Qué son las señales de calma
Las señales de calma son gestos, movimientos y comportamientos que los perros usan para comunicarse y regular la tensión en su entorno. Su objetivo no es obedecer, ni desafiar, ni manipular… simplemente convivir de forma pacífica.
Turid Rugaas identificó más de 30 señales, aunque constantemente encontramos matices nuevos. Estas señales pueden significar:
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“Estoy un poco incómodo, necesito espacio”.
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“No quiero conflicto”.
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“Vamos a calmarnos”.
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“Estoy gestionando esta situación”.
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“No sé qué está pasando, pero prefiero que todo vaya lento”.
Los humanos, por desconocimiento, solemos confundirlas con desobediencia o distracción. Pero en realidad son oro puro para entender su estado emocional.
Por qué son esenciales en la educación canina moderna
La etología actual es clara: los perros no hacen las cosas “por fastidiar” ni intentan “ser líderes de la manada”. Estas teorías clásicas quedaron atrás hace años. Hoy sabemos que:
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La comunicación es clave para el bienestar emocional.
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Los comportamientos están ligados a la gestión del estrés.
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La convivencia mejora cuando respetamos sus necesidades comunicativas.
Las señales de calma son el corazón de una educación canina amable, basada en el refuerzo positivo, el respeto y la escucha activa —valores fundamentales en Walking Dogs y en cualquier enfoque moderno de educación y comportamiento canino.
Principales señales de calma y cómo verlas en el día a día
A continuación encontrarás algunas de las señales más comunes y fáciles de identificar. Te sorprenderá descubrir cuántas has visto sin darte cuenta.
1. Girar la cabeza o apartar la mirada
Una de las señales más frecuentes. Tu perro puede hacerlo cuando:
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Otro perro se le acerca de forma frontal.
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Te agachas demasiado rápido hacia él.
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Una persona desconocida intenta acariciarlo sin permitir el acercamiento voluntario.
Ejemplo real:
Paseando por el rio, un perro se acerca con mucha energía al tuyo. Tu perro gira la cabeza hacia un lado: está diciendo “vamos con calma, por favor”.
2. Lamerse el hocico (micro-lamido)
Aparece en situaciones de incomodidad leve como:
semáforos con tráfico ruidoso, niños corriendo hacia él, visitas que hablan fuerte, o cuando sacas la correa con demasiada prisa.
3. Bostezar
Y no, no siempre es sueño. Muchas veces es gestión emocional:
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Antes de subir al coche.
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En la sala de espera del veterinario.
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Durante una sesión de fotos o cuando le pides que pose demasiado tiempo.
4. Ir más lento
Una de las señales más incomprendidas.
No es “terquedad”.
No es que “no quiera obedecer”.
Es una estrategia para autorregularse.
Esto ocurre cuando:
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Entras en una zona con mucho ruido.
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Hay demasiados perros juntos.
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Percibe tensión en ti (sí, lo notan todo).
5. Olisquear el suelo de forma repentina
No es distracción, es diplomacia canina.
Tu perro está diciendo:
“Voy a bajar la intensidad de esta interacción”.
Aparece muchísimo en:
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Saluditos entre perros.
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Momentos de estrés urbano.
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Paseos en zonas desconocidas.
6. Sentarse o tumbarse de repente
Una señal clara de “necesito una pausa”.
Ocurre, por ejemplo, cuando:
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El paseo está siendo demasiado estimulante.
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Un perro muy insistente se acerca.
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La calle está demasiado concurrida.
7. Sacudirse
No siempre es agua.
Muchas veces es descarga de tensión después de una situación intensa:
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Un encuentro difícil.
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Un mal susto (petardo, moto ruidosa, etc.).
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Una interacción social densa.
En Valencia, especialmente en épocas como Fallas, verás esta señal continuamente.
Cómo responder correctamente a las señales de calma
Saber identificarlas es solo la mitad. La otra mitad —la realmente transformadora— es respetarlas y actuar en consecuencia.
Aquí tienes algunas pautas:
✔ Dale espacio
Si gira la cabeza o aparta la mirada, reduce la presión:
afloja la correa, muévete en arco, cambia de acera… pequeños gestos que para él significan muchísimo.
✔ Reduce la velocidad
Si se pone a olisquear o va más lento, permíteselo.
Está procesando información.
✔ Evita interacciones forzadas
Nada de obligarle a saludar o a tolerar caricias no deseadas.
La educación amable empieza por respetar su “no”.
✔ Refuérzalo por comunicar
Nunca castigues una señal de calma.
Premia —con una mirada d complicidad, una sonrisa, con palabras suaves, con espacio— que te esté hablando de forma respetuosa.
✔ Acompáñalo, no lo apures
Si bosteza o se sacude tras un susto, simplemente dale tiempo.
Tu presencia tranquila ya es una gran ayuda.
Errores frecuentes al interpretar las señales de calma
Por desgracia, aún escuchamos frases como:
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“Se distrae”.
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“Está retándome”.
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“Está pasando de mí”.
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“Necesita mano dura”.
Estos mitos, heredados del adiestramiento tradicional, son incorrectos y dañinos.
Los principales errores son:
❌ Confundir comunicación con desobediencia
La mayoría de señales aparecen para evitar conflicto, no para ignorarte.
❌ No permitir pausas
Las prisas humanas no combinan bien con la comunicación canina.
❌ Corregir o castigar
Castigar señales de calma bloquea la comunicación y aumenta el estrés.
❌ Interpretarlas desde el ego humano
Un perro que se gira no está “faltando al respeto”. Está pidiendo tranquilidad.
Aplicaciones prácticas.
El entorno urbano mediterráneo tiene características muy concretas:
1. Clima cálido
En verano en Valencia, con humedad elevada, las señales de calma por agotamiento o estrés térmico aparecen más.
Bostezos, ralentización y olisqueo son frecuentes.
2. Zonas con mucha afluencia
Terrazas, plazas, playas caninas y paseos urbanos generan saturación sensorial.
3. Festividades ruidosas
Fallas, mascletàs, verbenas…
Tu perro usará señales para pedir distancia y refugio.
4. Parques y zonas verdes
El Turia, la Devesa, el Saler…
Son contextos maravillosos para observar señales de calma auténticas en interacciones perro-perro.
5. Normativa canina
Ambiente urbano con correa obligatoria =
mayor responsabilidad comunicativa por parte del humano.
Las señales se vuelven nuestra mejor guía.
Cómo utilizar las señales de calma para mejorar vuestra convivencia
Aquí empieza la magia:
⭐ Relación más equilibrada
Cuando escuchas su lenguaje, tu perro se siente seguro.
Y un perro seguro es más tranquilo, confiado y estable.
⭐ Paseos más fluidos
Aceptar pausas, cambios de ritmo y distancias hace que los paseos dejen de ser “deberes” y pasen a ser experiencias compartidas.
⭐ Mejor gestión del estrés
Tu perro sabe que tiene libertad para expresarse.
Y tú sabes cómo ayudarle a bajar la intensidad.
⭐ Prevención de problemas de comportamiento
Muchos conflictos se evitan simplemente permitiendo que el perro se exprese.
⭐ Comunicación bidireccional
Porque sí…
Cuando tú empiezas a hablar su idioma, ellos también te leen mejor a ti.
Conclusión: observa más, intervén menos y comunícate mejor
Las señales de calma son la clave para entrar en el mundo emocional y comunicativo de tu perro. No son trucos, ni comandos, ni caprichos:
son su manera natural de relacionarse.
Cuando las aprendes a ver y, sobre todo, cuando las respetas, la convivencia cambia radicalmente.
Los paseos se vuelven tranquilos.
Las situaciones complejas se gestionan mejor.
Tu perro te mira y, por fin, siente que lo entiendes.
Como decía Turid Rugaas, “los perros siempre están hablando; somos nosotros quienes debemos aprender a escuchar”.
Así que, la próxima vez que tu perro bostece, gire la cabeza o se detenga a olisquear…
míralo con otros ojos.
Te está diciendo algo importante.
Y ahora tú sabes cómo escucharlo.
Esperoamos que este articulo sobre las señales de calma ayude a muchos tutores a entender mejor a su perro y a mejorar el vínculo entre personas y perros.
¡Cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte!

