juegos

EL FASCINANTE MUNDO DE LOS JUEGOS EN LOS PERROS

Los juegos son una de las principales actividades que hace la familia cuando un cachorro llega a casa.

Se le enseña mediante el juego a obedecer; a sentarse, a darnos la pata, a tumbarse…, también se juega a perseguir una pelota o a tirar de una cuerda, es decir; lo primero que suele hacer la familia cuando llega un perro joven a casa es jugar con él. 

El juego está pensado para crear situaciones con el fin de proporcionar entretenimiento y diversión, lo que no se suele tener en cuenta es si estos juegos que realizamos con los perros realmente son buenos o malos.

Por mucho que veamos que el perro se está divirtiendo, no tiene por qué acabar siendo beneficioso para él.

Un claro ejemplo de esto podría ser una persona que está jugando en un bar a una máquina tragamonedas. 

Posiblemente se esté divirtiendo y pasando un buen rato pero quizás ese juego no sea el mejor ya que en muchos casos puede acabar en una adicción.

Por eso se legisla sobre las salas recreativas cerca de colegios, ya que estos juegos en edades tempranas pueden crear muchos problemas futuros de adicción al juego.

Algo parecido puede pasar con los juegos en los perros jóvenes a edades tempranas, según qué juegos, pueden ser ,a la larga, más problemáticos que beneficiosos.

 

JUEGOS FÍSICOS VS JUEGOS MENTALES

En muchas ocasiones cuando vamos a casas a ver a clientes, vemos a perros altamente activos, muy nerviosos y que les cuesta mucho relajarse.

Esto suele suceder porque cuando el perro es joven la familia intenta cansar al perro mediante el juego físico para que acabe “relajado” (realmente se le está agotando físicamente ) y les deje tranquilos.

Normalmente, el perro se pasa horas solo en casa debido a que la familia está trabajando y estas horas de ausencia los tutores las quieren compensar con experiencias muy intensas y estresantes.

Nada más llegar a casa, los tutores quieren aprovechar el tiempo perdido y ofrecen actividades muy estimulantes como irse a correr o en bici, bajar a tirar un rato la pelota, piedras o palos para que corra o al parque un buen rato para que juegue al máximo posible. 

Al intentar cansar a un perro joven conseguimos que su nivel de adaptación a esta carga de juego físico sea muy rápida y por lo tanto con el tiempo necesitará más juego físico para llegar al punto de estar agotado físicamente.

Realmente no estamos consiguiendo un perro tranquilo y relajado, estamos consiguiendo un perro agotado y cuando ha descansado lo suficiente el perro sigue estando igual de activo que cuando empezamos a hacer los juegos.

Una persona puede ir al gimnasio y estar una hora corriendo o incluso dos o tres según su entrenamiento, pero a los pocos minutos de hacer esta actividad física lo normal es que la persona sude porque es una actividad agotadora para el cuerpo.

Sin embargo esta misma persona puede estar concentrada en el trabajo durante dos o tres horas y puede que haya un desgaste mental, pero jamás llegará al mismo nivel de agotamiento que si estuviera en el gimnasio.

Esto sucede porque las personas estamos más adaptados para el trabajo mental y no tanto para el trabajo físico; nos agota más correr que pensar.

En los perros es justo al contrario, se adaptan mejor y gestionan mejor el trabajo físico que el trabajo mental; les agota antes y les deja más relajados pensar que correr.

Cuando un perro se concentra mediante juegos de estimulación mental o de olfateo durante 15-20 minutos puede equivaler a una hora de juego físico. 

Con todo esto no queremos decir que el perro no debe hacer ejercicio físico, lo que intentamos aclarar es que no por querer cansar al perro joven vamos a conseguir un perro tranquilo.

A la larga solo conseguiremos un perro que cada vez necesite mucho más ejercicio, se hará más nervioso y tardará mucho más tiempo en llegar a agotarse.

Los perros deben de tener la oportunidad de poder ejercitarse cada día a su ritmo sin ser nosotros los que induzcan al perro a correr más y más.

El problema de jugar con los perros con este tipo de juegos tan estresantes y tan intensos es que el perro se acaba estresando por lo tanto tarda más en relajarse y puede llegar a casa más nervioso de lo que salió.

 

LA PELOTA (o palo, piedra, frisbee.. )

La pelota es el clásico juego que mucha gente usa con su perro, pero este juego es altamente problemático debido al estrés que le genera y que puede acabar siendo una adicción 

Debido a los grandes niveles de cortisol (hormona responsable del estrés) que se generan en el perro para ir a por la pelota y hacerlo durante varios minutos hace que el cortisol pueda estar horas en su cuerpo.

La persecución constante creará dopamina en su cuerpo y esto a la larga puede desembocar en una adicción con los problemas que esto conlleva.

Se considera que un perro es adicto a este tipo de juegos cuando el perro está en un estado normal y su excitación aparece cuando aparece el juego o simplemente el perro está hiperactivo continuamente esperando el juego.

Este juego nosotros lo desaconsejamos al 99% por no decir al 100%.

 

JUEGOS SOCIALES

Se podría decir que es el juego más importante y el que primero aprenden, ya que, en condiciones normales, lo desarrollarán con sus hermanos y la madre los primeros meses.

En este juego, evidentemente, tienen que interactuar dos o más perros.

Si el cachorro tiene este juego con sus hermanos y madre, a parte de sentir bienestar porque es divertido, será capaz de desarrollar las habilidades necesarias para su futuro.

Podrá empezar a desarrollar las señales de calma y entenderlas, desarrollará sus habilidades motrices y será consciente de sus límites físicos.

Estos juegos de manera natural les ayudará a resolver ciertas experiencias, como una discusión con un hermano por perseguirle y asustarle y luego a hacer las paces, todo esto ayuda a aprender a empatizar.

Un ejemplo sería cuando juegan a perseguirse; el perseguido puede sentir miedo por ser “cazado” y a la hora de hacerlo él, sabrá que el otro también puede asustarse ( él ya estuvo en esa situación ) y ser más cuidadoso.

Todos estos juegos ayudan a crear un vínculo entre ellos y a tener lazos de amistad.

En estos juegos también aprenderán a tener más autocontrol, algo que les ayudará en un futuro con otros perros y situaciones excitantes.

 

JUEGOS EXPLORATORIOS (OLFATEO)

Los juegos de olfateo, pistas de confianza (muy recomendados para perros jóvenes, inseguros o geriátricos ) y los juegos exploratorios son muy divertidos, gratificantes  e importantes para los perros.

Su nariz o trufa es el sentido más desarrollado que tienen, está 60 veces más desarrollado que el nuestro, pueden detectar células cancerígenas (ya se usan en muchos hospitales), también subidas de azúcar en sangre para personas con diabetes, etc.. 

Hacer juegos en los que puedan disfrutar de su trabajo con la nariz hará que el uso de esta sea muy bueno, y que al rato (10-20 minutos ) de concentrarse para los juegos, queden sumamente relajados ya que les ayuda a bajar los niveles de estrés y puede aumentar su autoestima.

Estos juegos tienen que adaptarse a su edad y capacidad de concentración, no se trata de ponérselo muy difícil, sobre todo las primeras veces y cuando son muy jóvenes, ya que podría pasar de un juego agradable a muy frustrante por no poder conseguir realizarlo.

El perro aprende a concentrarse para poder detectar ese olor, y le ayudará también a poder asegurar el entorno donde se realiza el juego ya que mediante la nariz cogerá mucha información.

El entorno donde se hacen estos juegos, sobre todo las primeras veces y siendo jóvenes, tiene que estar muy tranquilo para poder concentrarse.

Estos juegos ayudan a aumentar y mejorar el descanso.

 

JUEGOS COGNITIVOS

Al igual que con los juegos de olfateo, estos juegos de estimulación mental, el uso de la nariz o trufa es muy importante.

En estos juegos, además de concentrarse, tiene que pensar para poder conseguir la recompensa y esto le ayuda a afrontar retos y buscar soluciones para resolverlos.

Estos juegos, al igual que los de olfateo, hay que adaptarlo a la capacidad de cada perro, no tiene el mismo nivel de concentración un perro de 6 meses que uno de 6 años.

En estos juegos como los de olfateo hay que empezar con juegos muy simples para que las primeras veces les sea muy fácil, ganen en confianza y se queden con ganas de más para las siguientes veces.

El entorno donde se hacen estos juegos, sobre todo las primeras veces y siendo jóvenes, tiene que estar muy tranquilo para poder concentrarse.

Estos juegos ayudan a aumentar y mejorar el descanso.

 

En definitiva; hay juegos mejores y peores, no por que el perro esté más contento o excitado son mejores.

No se trata de querer agotar al perro, los juegos deben aportarles aprendizajes útiles y que les ayuden a estar más tranquilos y relajados.

¡Cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte !

Tags: No tags

Comments are closed.