Monta

LA MONTA

¿LOS PERROS MONTAN?

La monta es una conducta que los perros realizan como acto reproductivo generalmente PERO que pueden realizar por otros motivos y que probablemente el que más veces se repite y se suele ver es la que está asociada al estrés, a un momento determinado que altera y emociona mucho al perro o altos niveles de estrés generalizados en el día a día.

 

FALSA CREENCIA. DOMINANCIA.

Una falsa creencia que ha hecho mucho daño a los perros, es pensar que los perros montan por dominancia y que se trata de una conducta dominante hacia otros perros.

La realidad es que los perros no basan sus relaciones teniendo en consideración la dominancia y cuanto antes quitemos esta palabra de nuestro vocabulario canino mejor les irá tanto a los perros como a las familias. No tiene sentido pensar que un perro quiere dominar durante un corto período de tiempo a otro perro, una persona o un peluche. 

 

LOS PERROS MONTAN OBJETOS, ANIMALES Y PERSONAS.

Como acabamos de mencionar los perros pueden montar animales o cosas, incluidos cojines, peluches, brazos de persona, piernas de persona e incluso a veces no lo hacen sobre algún concreto sino que tienen la conducta de la monta sin montar nada, por decirlo de algún modo: “montan al aire”.

Normalmente, la conducta de la monta que ejercen los perros es algo que nos molesta más a las personas que a los propios perros. Nosotros somos partidarios de la intervención mínima como referentes de calma los perros y pensamos que esto es vital para una buena educación canina.

Por lo tanto, cuando vemos que un perro ejerce la monta sobre otro perro lo primero que hacemos es observar, analizar y esperar a ver como lo gestiona el perro que es montado. Sobre todo teniendo n cuenta su comunicación. Aprovechamos la ocasión para recordar que todos los que convivimos con perros deberíamos ser amplios conocedores de la comunicación canina.

 

CUANDO UN PERRO MONTA A OTRO PERRO.

Cuando un perro monta a otro se pueden dar varias situaciones: 

La primera es que el perro que es montado le dé igual y no tenga problema con ello.

La segunda sería que el perro que es montado no quiera ser montado, sepa gestionar perfectamente la situación y el otro perro le respete de modo que cese la conducta de la monta. En este caso no intervenimos.

La tercera es que igual que en la primera, el perro no quiera ser montado le molesta y el otro perro que monta no le respeta. En ese caso podríamos valorar intervenir para evitar un conflicto mayor.

A lo largo de los años, nosotros mismos hemos sido objeto de monta de muchos perros en sus propias casas durante las primeras sesiones. Normalmente acceden a la tierna que es lo que tienen más a su alcance y si les dejas al cabo de unos segundos bajan al suelo.  En ocasiones a los pocos segundos vuelven a hacerlo o buscan otra forma de gestionar la situación. Obviamente estos perros no querían dominarnos, ni querían reproducirse con nosotros, era una señal de estrés y excitación relacionada con nuestra presencia.

 

¿CUANDO INTERVENIMOS?

Con perros:

Solamente intervenimos en el caso de que el perro que es montado se sienta molesto y no tenga herramientas para lidiar con la situación o que sí que tenga herramientas pero el otro perro no las respete.

Muchas veces cuando un perro monta a otro se molestan más los tutores que el propio perro que es montado.

Con objetos

Si no son de valor no intervenimos. Si se puede dañar con ellos deberíamos de cambiarlos por otros de un material o dureza menor que no puedan dañar al perro.

Si lo hace con personas:

Pueden hacerlo con familiares o visitas. A lo largo de los años no hemos encontrado todavía la persona a la que no le moleste que su perro le monte. Porque incluso los que lo han permitido a largo plazo han decidido no dejarse montar. 

 

Recordad que vuestro perro os intenta montar, podemos comunicarle de forma amable y respetuosa que no nos gusta y que cese de hacerlo.  Además recordad que podemos redirigirlo.

 

¿PORQUÉ LO HACEN?

Un perro puede dar muchas señales de estrés como bostezar, relamerse, jadear, temblar, el llanto, saltar, mordisquear, no poder quedarse quietos… Pero en ocasiones el estrés genera mucha testosterona lo cual provoca la conducta de la monta. Lo hacen para liberar estrés y tensión en momentos de excitación o aburrimiento. Y si estos niveles de estrés se prolongan en el tiempo puede convertirse en algo compulsivo.

Si un perro monta cualquier cosa que no sea especialmente de valor y sin molestar a nadie, no deberíamos impedírselo ni tratar de corregirlo. En todo caso podemos tratar de redirigirlo, pero estaremos trabajando solamente el síntoma del problema. Porque el origen del problema es el estrés y la gestión emocional que el perro está haciendo de una situación concreta o de su día a día. Cuando hablamos de redirigir al perro cuando estás estresado, nos referimos a invitar al perro a realizar otras acciones que también den salida al estrés, ya sea un juego de olfato, un juguete para mordisquear o un snack natural deshidratado.

 

¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A NUESTRO PERRO SI MONTA CONSTANTEMENTE?

Lo primero sería tener en cuenta que probablemente sea algo temporal y que el mismo perro en una determinada etapa de su vida puede realizar la conducta de la monta con más asiduidad e intensidad que en otra. 

Si suele ser una conducta bastante habitual que sobre todo realiza en casa deberíamos de realizar una reducción generalizada de los niveles de estrés del perro. 

Si solamente lo hacen determinados momentos en casa, lo mejor sería analizar la situación que está gestionando el perro, se trata de una visita, de nuestra hora de comer o cenar o a la llegada del paseo por ejemplo. Podemos ayudar a gestionar estas situaciones haciéndolas más llevaderas, tranquilas y a base de experiencias y con el tiempo esperar y ver hasta dónde puede relajarse el perro en esos momentos.

Si la monta por solamente la ejerce sobre perros, algo más habitual sobre todo en perros que todavía no han madurado, es síntoma del estrés que le genera ese encuentro con otros perros y muchas veces lo que quieren provocar es que el otro perro comienza a correr e inicien el juego.

El error más grave que podemos cometer es esterilizar al perro por el simple hecho de que nos molesta que el perro realice la conducta de la monta. Es cierto que muchos perros al esterilizarlos han dejado de realizar la monta o si no han dejado de hacerlo se ha reducido muchísimo. Es normal que se reduzca puesto que el mayor generador de testosterona se lo arrebatamos al perro en la esterilización, pero incluso esterilizado pueden realizar la conducta de la monta puesto que se trata de un síntoma de estrés y esterilizarlos no provoca que reduzcan estrés. 

Si tienes alguna duda o te preocupa que tu perro realice la conducta de la monta a menudo, puedes ponerte en contacto con nosotros o un especialista etólogo veterinario. Te ayudaremos en todo lo posible.

 

¡Cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte!

paseo

6 PILARES FUNDAMENTALES PARA UN PASEO DE CALIDAD

1. LA MÁXIMA LIBERTAD POSIBLE.

Con una premisa muy importante, que no le pase nada grave ni al perro ni a nadie. Cuando decimos grave nos referimos a que pueda haber un accidente, salir alguien dañado o algo peor. Que el perro se acerque y toque a alguien no es grave. 

Probablemente la libertad es el requisito más importante de todos a la hora de obtener un paseo de calidad. Los perros han nacido para ser libres, está en su naturaleza y por lo tanto es esencial para su bienestar. Es a través de la libertad que el perro puede cubrir necesidades, desarrollarse como individuo, tener experiencias, aprender de ellas, madurar, obtener herramientas para socializar adecuadamente, evitar conflictos, ejercitarse física y mentalmente e interactuar con el entorno.

Por lo tanto, cuanto más libertad tenga un perro en el paseo más madurará, más equilibrado estará y más experimentado será.

 

2. LIBERTAD PARA SOCIALIZAR

Este punto al igual que el anterior entrarían dentro del concepto de libertad. 

Para los perros es una necesidad poder socializar si lo desean. Poder relacionarse con otro individuo de su especie es algo necesario para desarrollarse y obtener buenas herramientas de comunicación y para evitar conflictos con otros perros. Si el perro tiene problemas a la hora de socializar tendríamos que ver la manera adecuada en la que podemos ofrecerle experiencias con otros perros adecuados y en lugares adecuados. No todos los perros son igual de sociables pero todos deben de tener la oportunidad de socializar durante el paseo si lo necesitan.

3. LIBERTAD PARA EJERCITARSE.

El ejercicio no es necesario a diario en la vida de los perros. Lo que es necesario es que tengan la posibilidad de ejercitarse si lo desean. Esto solo se puede hacer a través de la libertad.  Un perro no puede ejercitarse físicamente si no está atado. Con correa no es posible que un perro se ejercite adecuadamente. En este punto es importante resaltar los peligros que puede conllevar ir a un vallado, ya sea un área de socialización canina o cualquier otro lugar que esté vallado.

Normalmente los perros que solamente pasean sueltos en vallados suelen tener más necesidades, más estrés, menos madurez y menos autocontrol que los que van sueltos por fuera de vallados. Además de evidenciar generalmente la falta de confianza del humano hacia el perro. Al respecto tenemos un artículo de nuestra web. 

Los perros pueden ejercitarse físicamente y mentalmente. Para que se ejerciten físicamente debemos darles libertad en un lugar seguro y el ejercicio lo suelen realizar a través del juego con otros perros. Tirarle la pelota, el palo, la piedra, salir a correr con el perro o con la bici y el perro es algo que no aconsejamos. Hemos visto muchos perros con problemas físicos y/o emocionales y dar problemas a la familia por ser inducidos al ejercicio y al juego constantemente de forma diaria o casi diaria. 

Por lo tanto, lo mejor es darle libertad al perro y ser un referente de calma. De este modo el perro se ejercitará realmente cuando lo necesite y de una forma ideal. Si un día no se ejercitan no pasa absolutamente nada. Otra cosa distinta es el ejercicio mental, este tipo de ejercicio les cansa más. Los perros físicamente son muy resistentes por lo general pero mentalmente no pueden pensar durante más de media hora o 45 minutos de forma intensa y continuada. Por lo tanto un perro que olfatea en el paseo puede llegar más equilibrado y cansado que un perro que corre detrás de una pelota sin parar a diario.

Además cabe destacar que ese mismo perro al que sacamos hacer ejercicio a diario puede coger tolerancia y cada vez necesitar un ejercicio más duradero e intenso. Solamente con que el perro tenga experiencias y olfatee por la calle se estará ejercitando mentalmente. 

 

4.BUEN MATERIAL DE PASEO Y CORREA LARGA.

Para salir a pasear es necesario que el perro vaya cómodo y confortable además de seguro. Para ello usaremos instrumentos hechos con buenos materiales. Nosotros siempre vamos a mirar por el bienestar de los perros y vamos a recomendar un arnés que no moleste en las escápulas ni en los sobacos del perro.

La correa debería ser de cinco metros no extensible si vamos con un solo perro. Una correa larga permite más libertad al perro y se puede convertir en una correa más corta. Solemos desaconsejar las correas extensibles puesto que son más peligrosas y presentan más inconvenientes que una correa no extensible. Las correas extensibles están pensadas para la comodidad del humano, no para el bienestar del perro. Tenemos un artículo en nuestra web específicamente sobre este asunto.

Un buen manejo de correa es fundamental si queremos que la correa larga dé sus frutos en el paseo. Con una correa de cinco metros no extensible bien manejada el perro va seguro, va cómodo, se ejercita más física y mentalmente, y nosotros caminamos menos y obtenemos menos tensión en la correa para nuestro bienestar y el del perro. Un buen uso y manejo de una correa larga de cinco metros depende de las capacidades de cada uno y la práctica y experiencia que se adquiere con el tiempo.

5. REFERENTE DE CALMA.

Un referente de calma aporta tranquilidad y calma, no estresa ni excita al perro y no trata de emocionarlo constantemente. Trata de aportar calma, confianza y seguridad durante el paseo.

No es un concepto difícil de llevar a cabo, tan sencillo como tratar de estar calmado y tranquilo acompañando al perro. Obviamente un referente de calma trata de mantener la calma cuando todo está tranquilo y cuando las cosas se complican también trata de mantener la calma. No anda preocupado, temeroso, desconfiado ni está constantemente diciéndole al perro lo que hace bien o hace mal.

Pon límites justos y exigencias justas, siempre respetando y empatizando con el perro. Sencillamente acompaña, da seguridad, confianza y evita situaciones que alteran en exceso al perro o le desagrada mucho.

Además de todo esto lo ideal es que el referente de calma, dé libertad al perro para obtener experiencias y ayudar al perro a desarrollarse. De este modo le permite experimentar, le da libertad para socializar y jugar con otros perros y por supuesto respeta sus tiempos ya sea para pensar, realizar una acción o descansar físicamente en un momento dado durante el paseo. 

Otra cosa muy interesante que aporta el referente de calma es la posibilidad de relajarse. Es decir, a través de la calma, sin presiones, sin prisas y en silencio o a través de una comunicación tranquila podemos ayudar al perro a relajarse. Todo lo contrario sería estar interactuando constantemente con el perro, tratar de emocionarlo constantemente, no respetando sus tiempos o induciendo constantemente al perro a hacer ejercicio.

 

6.ENTORNOS ADECUADOS.

Los entornos adecuados son esenciales para que los perros puedan dar paseos de calidad. Los entornos adecuados tienen dos pilares fundamentales. El primero es el espacio, que permite al perro moverse y gestionar el entorno de forma adecuada. Cuando hay espacio, las cosas son más previsibles, son más fáciles de gestionar, hay más salida y el perro debe poder moverse con libertad sin tropezarse o sin que nada interceda en la correa.

El segundo pilar fundamental para un entorno adecuado sería la ausencia de estresores durante el paseo. Ya sean personas, vehículos, carritos, ciclistas, ruidos o cualquier otro tipo de estímulo que pueda hacer que empeore la calidad del paseo del perro. Lo ideal sería un paraje natural, parques o jardines y lo contrario sería una avenida llena de tiendas, comercios y personas. 

En un entorno con muchos estímulos estresantes y con poco espacio los perros no solamente no pueden pasear ni cubrir necesidades, sino que si este tipo de paseo se prolonga en el tiempo acabarán teniendo problemas emocionales.

 

CONCLUSIÓN PARA CONSEGUIR UN PASEO DE CALIDAD

Desde nuestro punto de vista y bajo nuestra experiencia como educadores caninos estos seis requisitos son fundamentales para que los perros tengan un paseo de calidad.

Si es posible tenerlos en cuenta cuando salgáis a pasear y tendréis un perro mucho más feliz y equilibrado.

 

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soledad

EL NECESARIO APRENDIZAJE SOBRE LA GESTIÓN DE SOLEDAD

Problemas con la gestión de la soledad: Causas, Síntomas y Soluciones

Los problemas de gestión de soledad en los perros es un trastorno de comportamiento que afecta a muchas familias. 

Este problema con la soledad ocurre cuando un perro experimenta un nivel elevado de estrés al quedarse solo o ante la soledad sin sus tutores. Aunque puede parecer un problema menor, las consecuencias pueden ser significativas tanto para el perro como para su entorno. 

Comprender las causas, reconocer los síntomas y aplicar soluciones efectivas es crucial para manejar esta condición y garantizar el bienestar de todos los involucrados.

Como en la gran mayoría de conductas o comportamientos, puede no ser un único motivo; pueden haber múltiples factores y depende también de cada individuo; no todos son iguales.

Hay que entender que, como las personas, cada perro es distinto y hay perros con más o menos predisposición a gestionar mejor o peor ciertas situaciones; en este caso la soledad.

 

¿Cuáles son los problemas de gestión de soledad?

Los problemas con la gestión de la soledad es un estado de angustia que algunos perros sienten cuando no están en presencia de sus tutores.

Se caracteriza por comportamientos problemáticos que surgen como respuesta al miedo o el estrés asociado con la soledad. 

Los perros son animales sociales por naturaleza y suelen desarrollar fuertes lazos con sus familias humanas. 

Cuando estos lazos generan una dependencia excesiva, la separación y la soledad puede convertirse en una experiencia traumática.

 

Causas Comunes

         -Cambios en el entorno: Las mudanzas, los cambios en los horarios familiares o la llegada de nuevos miembros al hogar, como un bebé o una nueva mascota, pueden desencadenar los problemas de soledad o ansiedad por separación. Los perros son sensibles a los cambios y pueden percibir estas alteraciones como una amenaza a su estabilidad.

         -Experiencias traumáticas: Perros rescatados de refugios, situaciones de abandono o entornos abusivos tienen más probabilidades de desarrollar este trastorno. Estas experiencias pueden generar un miedo profundo a ser abandonados nuevamente.

         -Hipersensibilidad o dependencia: Algunas razas tienden a ser más propensas a desarrollar dependencia emocional debido a su naturaleza afectuosa o su historia como perros de trabajo en estrecho contacto con los humanos.

        -Falta de socialización: Los perros que no han sido expuestos a periodos regulares de separación durante su etapa de cachorro pueden tener dificultades para manejar la soledad cuando crecen.

        -No habituación a la soledad y la falta de descanso: Es muy frecuente que cuando llega un cachorro a una casa, los primeros días la familia se vuelca en jugar e interactuar de manera muy continua, y cuando nos tenemos que ir y dejarle solo, pasamos al otro extremo, el perro no está habituado a estar unas horas sin interacción y se estresa por la sensación de soledad, que deberíamos de haber normalizado los primeros días bajando simplemente la interacción y dejando que aprenda a ser autónomo.

       -Falta de entorno relajado: Los primeros dias deberiamos de preparar la casa para que el perro recién adoptado aprenda que ese entorno ( la casa entera o algunas zonas de la casa) son muy tranquilas y que puede dormir durante horas y sin distracciones, esto       ayudará a que pueda relajarse y dormir en ese entorno cuando nos vamos. Ejemplo: si para el cachorro/perro el salón es un entorno con muchos estímulos (luces, ruidos) y es la zona donde solemos jugar con él, de difícil manera se podrá relajar y dormir en ese entorno cuando nos vamos y se queda solo.

 

Síntomas

Un perro con problemas de gestión con la soledad puede exhibir una variedad de síntomas, algunos de los cuales son más evidentes que otros. A continuación, se detallan las conductas más comunes:

  • Ladridos excesivos o aullidos: Estos suelen comenzar poco después de que el dueño se va y pueden persistir durante horas.
  • Conductas destructivas: Masticar muebles, arañar puertas o romper objetos en un intento de escapar o aliviar su estrés.
  • Micción o defecación inapropiada: Incluso los perros habituados a hacer sus necesidades fuera de casa pueden tener accidentes debido al estrés.
  • Hipersalivación o jadeo excesivo: Estos son signos físicos de estrés que suelen aparecer junto con otros comportamientos ansiosos.
  • Intentos de escape: El perro puede intentar salir de la casa o el espacio donde está confinado, lo que a menudo resulta en lesiones.
  • Comportamientos ansiosos previos a la partida del dueño: Temblores, inquietud o seguir al cuidador de manera obsesiva.

 

Consecuencias si no se trata

Los problemas con la soledad no tratados pueden tener un impacto significativo en la vida del perro y de su familia. Además de los daños materiales y el estrés emocional que causa, el perro puede desarrollar problemas de salud como:

  • Pérdida de peso: Debido a la disminución del apetito o el gasto energético excesivo.
  • Problemas digestivos: Como diarrea provocada por el estrés crónico.
  • Lesiones: Causadas por intentos desesperados de escapar.
  • Deterioro emocional: Los perros pueden volverse más temerosos o desarrollar otros problemas de comportamiento.

 

Soluciones y Tratamientos

       Desensibilización detonantes de la salida:

Muchos perros empiezan a asociar ciertas señales (detonantes), como ponerse los zapatos o tomar las llaves, con la salida del dueño y ya empiezan a estar muy nerviosos. Para desensibilizar estos detonantes:

  • Realiza esas acciones sin salir de casa, como ponerse los zapatos, coger las llaves y luego sentarte a leer o ponerte los zapatos sin salir por la puerta. Hazlo de manera casual y repetitiva para que el perro deje de asociar esas acciones con tu ausencia.
  • Alterna las rutinas antes de salir para que el perro no anticipe tu partida.

 

       Condicionamiento positivo:

  • Proporcionar zona de descanso ( la casa entera sería lo ideal o alguna zona ); pocas luces y pocos ruidos: entorno chill, música relajante, todo el día, no solo cuando nos vamos.
  • El perro tiene que aprender/asociar que la casa es un entorno muy tranquilo y que el descanso es muy fácil, ya que cuando nos vamos, vamos a querer que esté tranquilo la mayor parte del tiempo y que descanse.
  • Estado emocional relajado en casa, quitar actividades que le sobre estimulen, si queremos que cuando se quede solo pueda estar relajado y dormir la casa tienen que estar asociada a esas experiencias.
  • Fomentar su independencia cuando estamos todos en casa; si queremos irnos y que durante 3 horas el perro sepa estar solo, hay q ir habituando y normalizando esto mismo cuando estamos en casa, de manera progresiva y rutinaria
  • Normalizar dejarle solo unos minutos porque nos metemos en el baño, dormitorio, cocina.. ya sea por que estamos fregando la casa, haciendo nuestras necesidades, etc…
  • Usar la palabra «ahora vengo» para cuando nos metemos en el baño, cocina, dormitorio durante unos minutos, puede ayudar a que lo asocie a qué en poco tiempo “vuelven” las personas y se podrá usar cuando nos vamos a ir de casa, pero primero hay que trabajarlo en casa en cortos espacios de tiempo.
  • Introducir periodos cortos de separación y aumentarlos gradualmente para que el perro aprenda a tolerar la ausencia de su dueño.
  • No iros todos a la vez, y el último se tiene que ir con el perro en un estado de calma total.
  • Asociar la separación con experiencias positivas, como juguetes interactivos rellenos de premios o golosinas especiales.

 

      Establecer rutinas:

  • Los perros prosperan con la estructura. Establecer horarios consistentes para las comidas, los paseos y el tiempo de juego puede ayudar a reducir sus niveles de estrés.

 

     Ejercicio y estimulación mental:

  • Proporcionar posibilidad de tener actividad física regular, como paseos relajantes con pocos estímulos y mucho olfateo, posibilidad de estar suelto con otros perros para cubrir sus necesidades sociales y de juego, esto ayuda a que el perro llegue a casa más relajado y promueve una mente calmada.
  • Juegos de olfateo o de estimulación mental antes de irse para que cuando nos vayamos el perro haya terminado y nos podamos ir cuando su estado sea de calma total.
  • Si usamos estos juegos para irnos, con el tiempo puede asociar ese juego con nuestra ausencia y no gustarle o convertirse en un detonante.

 

     Crear un espacio seguro:

  • Designar una zona específica donde el perro se sienta cómodo y seguro cuando esté solo. Esto puede incluir una cama cómoda, mantas y juguetes favoritos.

 

     Consultar a un profesional:

  • En casos graves, un etólogo o educador canino puede ser necesario. Pueden recomendar terapia conductual específica o, en algunos casos, medicamentos para ayudar a manejar la ansiedad.

 

     Evitar despedidas emocionales:

  • Salir y regresar a casa de manera calmada para no aumentar la ansiedad del perro. Ponerle nervioso cuando nos vamos no le ayudará a calmarse y llegar a casa y hacer un super evento de nuestra llegada tampoco le ayudará.. Las despedidas prolongadas pueden incrementar su estrés. Tanto las despedidas como nuestras llegadas tienen que ser de manera muy calmada, con interacción muy relajada. No ignorarlo al salir o al llegar. Saludar y despedirse de manera muy calmada.                                                                                                                               

Prevenir los problemas de gestión de soledad es más fácil que tratarlos una vez que se ha desarrollado. Algunas estrategias incluyen:

  • Socializar al cachorro desde una edad temprana: Exponer al perro a diversas situaciones, personas y entornos para aumentar su confianza.
  • Ausencia de soledad las primeras semanas y poca interacción: Se recomienda la ausencia de soledad las primeras semanas (3-4) ya que se va a encontrar en un entorno nuevo, pero a la vez tener poca interacción con el cachorro, normalizar el descanso y la baja interacción en nuestra presencia.
  • Acostumbrar al perro a estar solo: A partir de la tercera o cuarta semana podríamos practicar periodos de separación breves, al principio en zonas de casa (baño, dormitorio) durante pocos minutos las primeras veces y aumentar su duración gradualmente.
  • Proporcionar zona de descanso: Pocas luces y pocos ruidos: entorno chill, música relajante, todo el día, no solo cuando nos vamos. Es muy importante que el cachorro asocie el entorno de casa como un entorno de fácil descanso, ya que cuando nos vamos, necesitamos que esté relajado y se relaje en nuestra ausencia.
  • Irnos de manera progresiva y calmada: Es más fácil que el perro gestione mejor nuestra marcha, si lo hacemos de uno en uno y el último se espera a que el perro esté relajado antes de salir de manera muy calmada de casa.
  • Proporcionar juguetes y actividades: Dejar al perro con opciones de entretenimiento cuando esté solo; mordedores, snacks naturales. Si algún juguete le sobre excita mucho, no debería de estar presente cuando nos vamos ya que su presencia puede condicionar su estado emocional y estresarse más que relajarse

 

Conclusión

Los problemas con la soledad en los perros es un problema serio que requiere atención y compromiso por parte de los tutores. 

Con paciencia, consistencia y, cuando sea necesario, ayuda profesional, es posible manejar este trastorno y mejorar la calidad de vida tanto del perro como de su familia. 

Reconocer los síntomas temprano y tomar medidas adecuadas puede marcar una gran diferencia, fortaleciendo el vínculo entre el perro y su cuidador mientras se asegura una convivencia armoniosa y saludable.

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manejo de correa

¿ QUÉ ES UN BUEN MANEJO DE CORREA ?

PARA ENTENDER UN BUEN MANEJO DE CORREA.

Los perros van atados con una correa por seguridad para que no les pase nada ni a ellos ni a nadie, hacer un buen manejo de la correa es muy importante. Obviamente ningún perro, al igual que cualquier otro animal, ha nacido para ir atado. Podemos afirmar por lo tanto que ir atado es algo antinatural para los perros.

Esta afirmación junto con nuestro compromiso por el bienestar de los perros, nos lleva a hacer un manejo de correa amable y respetuoso. Proponemos un manejo de correa que ayude al perro a gestionar el entorno, le aporte bienestar, evite malestar, molestias, frustraciones y se asemeje todo lo posible, a simular que el perro no va atado con correa, evitando de esta forma tensiones constantes de correa, llevar al perro atado de forma que le moleste o utilizarla como forma de corrección o castigo.

 

¿Qué correa usamos y cómo la usamos?

La correa es un instrumento de seguridad y si queremos hacer un buen manejo de correa debe ser en nuestra opinión de cinco metros NO extensible. ¿Por qué utilizar una correa de cinco metros? Porque normalmente cinco metros suele ser suficiente para que el perro pueda gestionar el entorno y tener un mínimo de libertad que le permita cubrir necesidades y moverse sin complicaciones. Una correa de cinco metros (no extensible) podemos convertirla en una correa de dos metros si queremos. Pero una correa de dos metros no podemos hacerla más larga y a veces los perros necesitan más correa.

No aconsejamos correas de más de cinco metros salvo excepciones porque  cuando el perro se aleja más de cinco metros, la correa empieza a tocar el suelo y dejamos de manejarla.

Como ya os habréis dado cuenta nuestro manejo de correa no está pensado para la comodidad del humano sino que está pensado para el bienestar del perro.

 

Beneficios de un buen manejo de correa:

Un buen manejo de correa es esencial para que el perro tenga un paseo de calidad. Un buen manejo de una correa de cinco metros no extensible da libertad al perro para olfatear, interaccionar con el entorno, conocer perros, hacer marcajes, ejercitarse mentalmente, tener experiencias y aprender de ellas.

Una particularidad de las correas que solemos utilizar es que su material no suele rasgar y quemar la mano cuando hay un tirón. Además este material permite que la correa cuando entra en contacto con el suelo no se ensucie prácticamente y no se enganche. Otra particularidad muy interesante de la correa que solemos aconsejar y utilizar es que no tiene asa al final. La verdad es que no la necesitamos y si alguna vez soltamos la correa en el suelo para darle más libertad al perro la probabilidad de que se enganche con la correa es mucho menor sin asa que con asa.

Un buen manejo de correa como ya habréis imaginado es necesario hacerlo con dos manos. Es muy difícil por no decir imposible manejar una correa de cinco metros con una sola mano. Es por esto que no aconsejamos que una persona use dos correas de cinco metros para pasear a dos perros. Por supuesto estamos totalmente en contra de pasear a un perro llevándolo atado a la cintura, es decir, sin manejar la correa.

Siempre vamos a evitar correas extensibles puesto que van en tensión constante y son muy peligrosas en ocasiones. Siendo las correas que menos accidentes evitan e incluso las que más accidentes ocasionan.  

 

¿Qué hacer cuando el perro tira mucho de la correa o la tensa constantemente?

Mucha gente le da importancia al manejo de correa en el momento en que la correa se extiende por completo y el perro sigue tirando de ella. No somos partidarios de realizar ejercicios, como cambiar de rumbo, decirle «junto», parar en seco o practicar entrenamientos que están muy alejados de lo que significa relacionarse de forma natural con los perros.

Cuando un perro tensa una correa larga es porque no está tranquilo y lo que necesita con el paso de los días es más calma por lo menos en ese tramo en el que el perro tira tanto de la correa.

En estos momentos en los que el perro extiende toda la correa y sigue tirando de ella nosotros solemos acercarnos al perro recogiendo correa y cuando estamos cerca del perro volvemos a destensar y soltar correa. De este modo le evitamos frustraciones y malestar al perro y le enseñamos con nuestro manejo poco a poco y con el paso de los días, mientras conseguimos que se calme, que es mucho más cómodo y confortable caminar sin tensión que caminar con tensión.

En algunos casos vemos perros que durante mucho tiempo tiran constantemente de la correa, un ejercicio que en ocasiones hemos aconsejado es parar en una determinada zona libre de estresores, darle toda la correa posible y quedarnos parados hasta que el perro baja un poco de revoluciones y olfatea un poco el suelo y la zona. Tras estos momentos podemos reiniciar el paseo y lo que suele suceder es que tensa menos la correa y olfatea más.

¿Cualquiera puede hacer un buen manejo de correa?

Otro tema interesante del que podríamos hablar es de si tiene sentido que una persona de baja estatura, escasa corpulencia y en ocasiones avanzada edad, debe o puede llevar atado un perro de gran tamaño fuerza y corpulencia. Del mismo modo que ese perro no puede ir atado de la correa por un niño de seis años, por falta de capacidades, tampoco deberían hacerlo determinadas personas personas aunque no se trate de niños.

Imaginaros tener que hacer pasar a un perro por un adiestramiento con el objetivo de que un niño de seis años lo pueda llevar atado. Pues esto mismo se ve a diario, en lugar de adiestrarlos para que sean paseados por niños, son adiestrados de forma similar para que personas que no tienen capacidades para hacer un buen manejo puedan pasearlos.

En algunas ocasiones, este objetivo tratan de lograrlo a través de premios constantes y exigencias. En el peor de los casos los perros sufren correcciones y castigos para que acaben siendo guiados por una persona que no tiene capacidades para hacer un buen manejo.

Si hablamos de casos excepcionales en los que la persona tiene alguna discapacidad o característica especial, es entendible hacer pasar al perro por esto. Pero cuando se trata de una persona con plenas capacidades, las cuales no llegan a ser suficientes, no es tan entendible y como mínimo nos hace reflexionar.

Es muy importante destacar que el buen manejo de correa se aprende y perfecciona con el tiempo y experiencias y obviamente habrán personas más capacitadas que otras para ello lograrlo.

Si quieres a los perros átalos de forma amable y haz el mejor manejo de correa posible, el resultado serán paseos de mayor calidad, un perro más equilibrado y estable, y por supuesto, una mejor relación porque el perro sabe que el que maneja la correa eres tú.

 

¡Cualquier duda sobre nuestros servicios de aseoramiento canino, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte!

adoptar

EL HERMOSO Y SACRIFICADO PROCESO DE ADOPTAR A UN PERRO

Adoptar a un perro es uno de los gestos más bonitos y altruistas que podemos hacer las personas.

Adoptar es una decisión que cambia la vida tanto para el animal como para la persona y familia que lo adopta. 

Este proceso de adoptar a un perro  debe ser abordado con cuidado y responsabilidad para garantizar el bienestar del nuevo miembro de la familia y su integración exitosa en su nuevo hogar. 

A continuación, se describe la mejor manera de adoptar a un perro y las fases de adaptación que atravesará.

 

PREPARACIÓN ANTES DE ADOPTAR A UN PERRO

Antes de adoptar a un perro, es esencial reflexionar sobre el compromiso que implica tener un perro. 

Investigar sobre las razas que se adapten mejor al estilo de vida y nivel de actividad de la persona o familia es muy importante. 

Habría que considerar factores como el tamaño, características genéticas, necesidades específicas de su edad y cuidados.

Visitar refugios y/u organizaciones de rescate para conocer a los perros disponibles para adopción sería una buena toma de contacto, así como realizar paseos y pasar tiempo juntos para ir conociéndose y forjando un vínculo entre el humano y el perro. 

Los voluntarios y trabajadores del refugio pueden proporcionarte información sobre la personalidad y necesidades específicas de cada perro, ayudándote a tomar una decisión informada y pensada.

Cuando nos llaman, y nos piden una cita de asesoramiento canino antes de adoptar a un perro, nos da mucha confianza saber que su futura familia está muy interesada en hacer las cosas bien.

Tener claro cuáles serán las primeras cosas a tener en cuenta para hacerlo lo más fácil al perro, ya que para este  va a ser un gran cambio, es fundamental para que haya una buena adaptación y evitar futuros problemas que se pueden gestar desde los primeros días de la llegada del perro a su nuevo hogar.

 

PROCESO

Una vez se haya encontrado un perro que encaje bien con la familia o persona, el siguiente paso es completar el proceso de adopción.

Esto suele incluir llenar formularios, pasar entrevistas y, en algunos casos, realizar visitas domiciliarias. 

Estos pasos aseguran que el perro será acogido en un ambiente seguro y adecuado.

Algo que también sería importante valorar antes de adoptar, es hacer una acogida antes de adoptar a un perro, para ver si realmente tanto la familia como el perro se adaptan bien.

 

PREPARACIÓN DEL HOGAR

Antes de adoptar a un perro, habría que asegurarse de tener todo lo necesario: cama, tazones para comida y agua, correa, arnes preferibelemte mejor que un collar, juguetes adecuados y comida adecuada. 

Preparar un espacio tranquilo donde el perro pueda sentirse seguro y cómodo durante sus primeros días sería de las primeras cosas que la familia debería de fomentar.

Durante el proceso de adoptar a un perro, sería beneficioso sumar experiencias entre el humano y el perro mediante visitas y paseos, darle la oportunidad de ver su futura casa y el barrio con experiencias cortas y tranquilas, ayudaría a una mejor adaptación a estos entornos en un futuro próximo.

 

PRIMEROS DÍAS

Los primeros días de adoptar a un perro son cruciales para su adaptación, son muy importantes los primeros días ya que sentarán la base de sus futuros comportamientos.

Es normal que se sienta ansioso o asustado en un ambiente desconocido. 

Nadie se sentiría cómodo y seguro en un entorno nuevo, con personas desconocidas, así que hay que darle el tiempo necesario para que pueda familiarizarse con todos estos cambios.

Mantener un entorno tranquilo para que pueda descansar lo suficiente los primeros días, darle tiempo para explorar la casa y sus zonas más próximas ayudará a acostumbrarse a su nuevo entorno a su propio ritmo, esto debería de ser la máxima prioridad de su familia.

Si el primer aprendizaje que hace el perro (sobre todo si es un cachorro) cuando llega a la nueva casa, es que hay mucho estrés (positivo o negativo) y que es muy difícil descansar durante el dia, el dia de mañana será un perro excitado y nervioso, con las consecuencias en sus conductas que esto puede acarrear.

El perro se adaptará al entorno que le reciba y le prepare la familia, de ahí que los primeros meses se trata de que que el perro tenga entornos y experiencias muy tranquilas y de baja intensidad para que el día de mañana sea un perro tranquilo y equilibrado.

 

SI LLEGA A UNA CASA Y YA HAY UN PERRO

Si la familia adoptante ya tiene algún perro, lo ideal sería hacer la presentación en algún parque o zona muy tranquila, no en la casa directamente, intentando no sobreexcitar a ninguna parte.

Dar un paseo tranquilo de 5-10-15 minutos ayudará a normalizar esta presentación.

A la hora de subir, pueden subir juntos en el ascensor (por poner un ejemplo) si hemos notado que se llevan super bien desde el primer minuto, si no lo tenemos claro o no queremos correr riesgos, lo mejor es que subamos primero con el perro recién adoptado.

Dejarle deambular y que olfatee un poco toda la casa en general con nuestra presencia muy calmada y prepararle una zona de la casa para él, para poder estar tranquilo.

Las primeras horas despues de adoptar necesita asociar la casa, así como las personas y demás animales como algo tranquilo para poder DESCANSAR.

Cuanto más DESCANSO  tenga las primeras horas y días, mejor irán las cosas.

Lo ideal es que pudiéramos estar con él en esta estancia, haciéndole compañía para que pueda relajarse y DORMIR.

 

RUTINAS ADECUADAS DESPUES DE ADOPTAR

Los perros prosperan con la rutina, les aporta calma y seguridad, sobre todo al principio y cuando son jóvenes.

Establecer horarios regulares para la alimentación, paseos y tiempo de juego sería muy beneficioso.

Esto ayuda al perro a sentirse seguro y entender lo que se espera de él. 

La consistencia en la rutina facilita la adaptación.

Salir de la rutina también es bueno, cada 3-4 días estaría bien romper esa rutina y aprovechar para hacer alguna actividad como ir a la playa, dar un paseo por zonas más naturales, esto ayuda a bajar sus niveles de estrés del día a día y a mejorar el descanso.

 

PASEOS, JUEGOS Y SOCIALIZACIÓN

Los paseos al principio, sobre todo cuando es un cachorro deberían de estar enfocados a que pueda asegurar entorno, es decir; no querer enseñarle todo el barrio los primeros días, sino que de manera gradual pueda ver y reconocer los entornos más próximos a casa como lugares seguros.

Experiencias cortas y a baja intensidad evitando zonas o momentos del día que sepamos que puedan generarle demasiado estrés, por ejemplo la calle o el parque a la hora que estén todos los niños por la salida de la escuela.

Las primeras veces exponer al perro a los estímulos de la calle de manera progresiva y a baja intensidad le ayudará a hacer una asociación del entorno de la calle como un entorno tranquilo y esto es fundamental para los futuros paseos de calidad.

Es importante socializar al perro gradualmente con otros perros y para esto también deberíamos de ir poco a poco, dándole experiencias las primeras semanas a las horas más tranquilas y con perros no demasiado nerviosos, cuanto más equilibrados mejor.

Solo hay una primera vez, y lo ideal es que siempre sea positiva y calmada, de ahí que; comenzar con interacciones controladas y positivas para evitar que se sienta abrumado sería lo ideal las primeras semanas, tanto en el entorno de la calle como en el entorno del parque.

 

ATENCIÓN VETERINARIA Y SALUD

Programar una visita al veterinario poco después de la adopción para un chequeo general y para asegurarte de que el perro esté al día con sus vacunas y otros cuidados de salud. 

La primera vez que vaya al nuevo veterinario podría plantearse simplemente para que reconozca el sitio y que le puedan dar algún premio para positivizar la visita.

Esto ayudará a que la siguiente vez, quizás para una primera manipulación lo gestione mejor que si se hace el primer día, ya que no conoce el sitio ni las personas y puede hacer una peor gestión.

Solo hay una primera vez, y lo ideal es que siempre sea positiva y calmada, de ahí que; quizás la primera vez que va al veterinario solo debería de ser para obtener una buena sensación.

Mantén un calendario de visitas veterinarias regulares para garantizar su bienestar continuo.

 

ADAPTACIÓN 

Durante las primeras semanas , el perro puede mostrar signos de estrés o ansiedad. Puede que tenga comportamientos de evitación o busque esconderse. Es crucial darle espacio y tiempo para adaptarse.

Después del ajuste inicial, el perro comenzará a familiarizarse con su entorno y con los miembros de la familia. Es posible que empiece a mostrar su verdadera personalidad y a establecer un sentido de pertenencia.

A medida que pasa el tiempo, el perro fortalecerá su vínculo contigo y con los demás miembros de la familia. La consistencia en el cuidado y trato positivo reforzarán este vínculo.

Finalmente, el perro se asentará completamente, mostrando un comportamiento estable y confiado. En esta fase, se sentirá completamente seguro y adaptado a su nuevo hogar, y tú habrás ganado un compañero leal y amoroso.

Adoptar a un perro es una experiencia enriquecedora y gratificante.

Con paciencia, empatía, respeto, amor y dedicación, tu nuevo amigo de cuatro patas se adaptará y se convertirá en una parte integral de tu vida y familia.

 

¡Cualquier duda sobre nuestros servicios de aseoramiento canino, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte!

libertad

LA LIBERTAD DEL PERRO. SU DERECHO, NUESTRA RESPONSABILIDAD

Si hay algo realmente ANTINATURAL para cualquier animal es la privación de libertad, ya sea a través del confinamiento, estar atado o cualquier otro método. 

 

Es por esto que es sumamente importante que los perros tengan la máxima libertad posible, dentro de unos límites, y por supuesto los perros deberían de disfrutar de la libertad en algún momento del día. Y debería ser algo diario, no como algo exclusivo del fin de semana o una vez al mes.

 

LA LIBERTAD QUE UNA PERSONA LE DA A SU PERRO ES SUBJETIVA Y PERSONAL.

El principal motivo por el que las personas no sueltan de la correa a sus perros por MIEDO a que le ocurra algo y en segundo lugar y con mucha relevancia, MIEDO a una posible multa o sanción administrativa. De este modo, puedes encontrar en una familia de cinco personas, cuatro personas que sueltan al perro y una que no. O al contrario, una persona que lo suelta y cuatro que no lo sueltan.

Por lo tanto, el mayor motivo suele ser el miedo y no solamente no es criticable que una persona tenga miedo a que le ocurra algo negativo a su perro, si no que además hay que respetarlo.

 

CUANDO TIENEN MIEDO SE COMPLICA MUCHO DARLES LIBERTAD.

Un perro que tiene miedo no piensa correctamente, está estresado, no escucha bien, no obedece bien y dispara sus conductas instintivas con facilidad. La probabilidad de que un perro con miedo pueda salir corriendo y entrar en modo huida es muy alta y es lo que más vemos que dificulta darle libertad a un perro.

Son muchos los casos que conocemos de perros que han sufrido un accidente o se han perdido porque huían de algo por MIEDO. Perros que han escuchado un petardo, perros que han escuchado cualquier otro ruido, perros que huían de otros perros o personas que les daban miedo. Por lo tanto, si tu perro tiene miedo hay que “trabajar” en ello y ayudarle todo lo posible. 

En principio había que darle toda la libertad que nos sea posible con una condición; QUE NO LE SUCEDA NADA NEGATIVO Y GRAVE AL PERRO NI A NADIE.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DARLE MÁS LIBERTAD A NUESTRO PERRO?

 

EXPERIENCIAS:

Esto es fácil de decir y entender pero más difícil de poner en práctica. Para ello hay que darle libertad al perro de menos a más, de forma muy progresiva y gradual, teniendo como premisa la seguridad del perro. Entre llevar al perro atado y finalmente llevarlo suelto con total confianza hay un mar de situaciones, experiencias, aprendizajes, aciertos y errores. Son muchas las veces que habrás escuchado que lo más importante es que tu perro acuda a la llamada. 

  • CONSEGUIMOS LA MÁXIMA CALMA POSIBLE: Lo primero que debemos tratar de conseguir es una salida del perro más tranquila a la calle si es posible. Para ello debemos aportar calma en los paseos, cubrir bien sus necesidades, contar con un material de paseo adecuado, hacer un buen uso y manejo de la correa larga no extensible. Ser un referente de calma y evitar excitar al perro y situaciones que le exciten demasiado ya sea para bien o para mal. Con el paso del tiempo veremos señales de que el perro sale más tranquilo a la calle, piensa mejor y actúa con más calma.

 

  • APRENDER DE NUESTRO PERRO: Lo siguiente sería observar, conocer y aprender del perro con algo más de libertad. Sobre todo su forma de actuar, de reaccionar en la calle, de sus MIEDOS, su autocontrol, etc… y darle libertad con la correa todo lo posible. Para ello podemos usar una correa de cinco metros no extensible, de textura poco rugosa y suave que no queme nuestras manos cuando sintamos un tirón y que no arrastre cosas por el suelo.

         De esta forma podemos aprender cómo actúa e interactúa con el entorno, y es a través de esta información que nos dará la práctica, con la que nos sentiremos más seguros y                   perderemos miedos. Esto hace que ganemos en confianza y sepamos prevenir situaciones que pueden llevar a conflicto. Si nuestro perro actúa con normalidad y calma, piensa y               responde adecuadamente, tiene autocontrol y obedece con normalidad, entonces podemos estar más seguros. Y darle cada vez más libertad, ya sea dejando la correa suelta por               el  suelo a ratos o soltándole de la correa en algunos momentos ya sea porque está tranquilo o porque quiere socializar o ejercitarse un ratito.

 

LA LAMADA:

Obviamente es importante pero no tiene porqué acudir el 100% de las veces en el acto, es decir, hay que entender bien por qué y cuándo un perro puede acudir a la llamada. Un ejemplo para que lo entendáis: Una persona que tiene un cachorro de 5 meses que está en el campo y tienen una muy buena relación, se encuentran un perro de 8 meses y los sueltan.

En la primera carrera puede que los perros no obedezcan a la llamada pues son jóvenes, les falta madurez, tienen mucha necesidad de jugar y correr, pero ninguno de los dos perros se merece que no les den libertad por algo que todavía no les podemos pedir.

Seguro que esos mismos dos perros, si esperamos cinco minutos a que se conozcan y se peguen dos carreras, responderán mucho mejor a la llamada. Si los perros están equilibrados y no sienten miedo en exceso no tendría sentido que desaparecieran y se fueran corriendo, cuando sus seres queridos se encuentran en un determinado punto, la relación es buena y su vida depende de ellos. 

 

  • ENTENDER BIEN LA LLAMADA: No se debe entrenar como si fueran robots a base de repeticiones diarias, sino más bien entendiendo factores como:
  •  – ¿Tiene sentido que le llame ahora?
  • – ¿Cómo le estoy llamando?
  • – ¿Puede en ese momento darme lo que quiero?
  • – ¿Tiene autocontrol suficiente?
  • – ¿Tiene algún problema por el cual le cueste obedecerme? Miedos o 
  • – ¿Qué experiencias ha tenido tras nuestra llamada?
  • Cuando entendemos todos estos factores que influyen en el hecho de que un perro pueda obedecer y que no todos los perros lo harán del mismo modo, entonces podremos obtener las mejores llamadas, ya sean silenciosas, gestuales, más altamente sonoras, etc…

Cosas a tener en cuenta.

– El miedo: Cuántos más miedos tiene el perro más se complica darle libertad. Especial cuidado cuando nuestros perros son jóvenes o tienen miedo a algunos perros y aparecen de repente. En ese momento se puede disparar una carrera de huída y suele pasar en los primeros segundos. Lo mejor es prevenir esta llegada y ponerle la correa si no la lleva puesta o cogerla por un extremo si la lleva arrastrando.

– Las capacidades del perro: No todos los perros responden igual al soltarlos, dependiendo de las necesidades que tengan y el entorno pueden actuar de una forma u otra. El mismo perro probablemente sea más sencillo de soltar cuando sea un perro maduro y llegue a los dos años que cuando tenía 7 meses. Y no tendrá la misma capacidad de gestionar la libertad un perro que no tiene miedos excesivos de otro que sí los tiene. 

– El entorno: Debe estar lo más libre de estrés y excitación posible. Además es importante que haya espacio. Solar a un perro en un terreno de 5 metros cuadrados vallado no se le puede llamar libertad.

– El proceso: Primero con correa larga de 5 metros. Luego podemos seguir con correa larga (sin asa) y soltarla en el suelo. Siempre nos vamos a sentir más seguros si podemos coger al perro a una distancia de 5 metros. Y con el tiempo si aprendemos a evitar problemas y cómo responde nuestro perro, con suerte podremos empezar a darle plena libertad a ratos hasta que esos ratos se conviertan en gran parte del paseo si es posible y lo que deseamos.

Cada perro tiene su punto débil, habrán perros que les cueste acudir a la llamada o obedecer al “quieto” cuando están jugando, otros cuando huelan o vean una perra que les gusta o está en celo, otros porque tienen miedo, otros porque no están cómodos en ese lugar y otros porque han olfateado algo que les llama poderosamente la atención, como un familiar u otro animal.

Ventajas e inconvenientes de DARLE LIBERTAD al perro:

Ventajas: 

El perro obtiene más experiencias y consigue ser un perro más sabio, haciendo descubrimientos, obteniendo conocimientos, además de conocerse mejor a sí mismo.

El perro cubre mejor sus necesidades, además de ejercitarse física y mentalmente. 

El perro socializa mejor, obtiene herramientas para entenderse mejor y evitar conflictos con otros perros. 

La persona puede conocer realmente a su perro, saber cómo es, qué legista hacer, que intereses tiene o cómo le gusta relacionarse sin intervención humana. Además le permite aprender del perro a través de la observación durante las experiencias.

Inconvenientes:

El principal inconveniente es que le pase algo grave al perro o a alguien. Por esto es nuestra responsabilidad hacerlo con cuidado, con cabeza y tratando de no exponerlo al peligro de forma innecesaria.

Que el perro en un momento dado de camino a la adultez moleste un poco a alguien (aunque tratemos de evitarlo siempre), forma parte del proceso, para eso están las disculpas y la buena educación.

A los niños humanos les pasa exactamente igual, antes de ser adultos en algún momento molestaron a alguien y no por ello ponemos el grito en el cielo si somos un poco empíricos y la situación es normal. Otra cosa muy distinta es dejar que los perros o los niños que no son todavía adultos molesten en exceso a los demás sin ningún tipo de control porque hay que dejarles ser. Es nuestra responsabilidad ayudar a madurar a los perros, darles libertad con seguridad y respetar la libertad del prójimo.

 

Ventajas e inconvenientes de NO DARLE LIBERTAD al perro:

Ventajas: 

El perro no molesta, no se pierde y no lo muerden. Es decir, la única ventaja quizás podríamos hablar de la seguridad física del perro, pero no de la mental y emocional.

Inconvenientes:

Falta de experiencias. Falta de madurez.

Falta de habilidades sociales.

Mayores inseguridades y miedos.

Necesidades sin cubrir.

Desequilibrio emocional.

Pobre desarrollo físico y mental.

Mayor infelicidad, estrés y frustración.

 

CONCLUSIÓN REFLEXIVA

Personalmente pensamos que realmente la libertad que cada uno le da a su perro es personal y subjetiva y depende sobre todo de sus miedos, sus conocimientos, sus experiencias, el perro y su relación con el perro.

Llevamos toda la vida con perros y nuestros perros han disfrutado de libertad a diario. Desgraciadamente para ellos hemos vivido siempre en la ciudad con sus peligros y siempre hemos tenido y tendremos miedo a que les suceda algo negativo (igual que una madre con sus hijos). De hecho, incluso tenemos pesadillas por ello. Pero es nuestra responsabilidad que nuestros perros tengan el mayor bienestar posible y para ello sin duda es necesaria la libertad.

Por lo tanto, si quieres darle más libertad a tu perro, ve poco a poco, obtén conocimientos, obtén experiencias y aprende de ellas con la máxima seguridad que te sea posible. El que hace lo que puede no está obligado a más. Pero cómo puede cambiar toda la vida de un perro de llegar a un hogar en el que le dan libertad a diario a que le toque llegar a una casa dónde jamás lo soltarán de la correa.

Por último, por supuesto que hay perros que han tenido accidentes o han perdido la vida por darles libertad, pero no olvidemos que son más todavía los perros que han vivido plenamente hasta el final de sus días, que han mejorado su vida y su relación familiar dándoles más libertad.

¡Cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte!

perros y niños

PERROS Y NIÑOS

Son muchas las familias en las que conviven perros y niños, y si la cosas se hacen bien puede ser una experiencia muy bonita, pero en otros casos, la experiencia puede complicarse ya que es un gran cambio para todos.

Vamos a abordar como deberíamos de preparar a nuestro perro de la manera más amable y respetuosa ante la llegada de un bebe al hogar, ya que sin duda, hacer una buena transición en los cambios que van a suceder ayudará a nuestro perro a hacer una mejor gestión de estos cambios.

También hablaremos de como sería la mejor manera de una primera presentación entre perros y niños.

Durante el embarazo se pueden ir preparando muy progresivamente todas esas rutinas y cambios que se prevén, preparar nuevas estrategias para poder cubrir sus necesidades, para que sea un proceso totalmente natural.

Los tiempos y la calidad de los paseos suelen cambiar, las rutinas también suelen verse afectadas, así como sus posibilidades de socialización, los tiempos de descansos y la calidad de estos, nuevas limitaciones.. y este cúmulo de cambios acaban por desencadenar esos cambios en su comportamiento.

Los perros son muy sensibles a los cambios en su entorno y en sus rutinas.

 

CAMBIOS EN LAS RUTINAS

Lo primero que deberían de pensar los tutores es en los cambios que van a suceder en sus rutinas y en la del perro para habituarse progresivamente.

Los bebés alteran significativamente las rutinas diarias. Si el perro está acostumbrado a un horario estricto para paseos y comidas, empieza a variar los horarios gradualmente para que se acostumbre a la flexibilidad.

Posiblemente cambien los horarios de paseos, y de quién realiza los paseos, porque si la mamá tiene que estar en casa con el bebé durante la lactancia posiblemente sea el papá o la otra persona la que tenga que ocuparse de los paseos del perro.

Estos cambios en las rutinas de paseos deberían de ir dándose de manera gradual para que luego no sea algo que al perro le pueda crear confusión.

 

CAMBIOS EN  ZONAS DE LA CASA

También hay que valorar si vamos a cambiar zonas de uso restringido para el niño, deberíamos de ir habituando al perro a dejar de usar esas zonas de manera progresiva.

De la misma manera, habría que proporcionar un lugar tranquilo donde el perro pueda retirarse si necesita un descanso. Este debe ser un espacio donde se sienta seguro y no sea molestado.  

Al igual que puede haber una zona para el descanso del niño y que en ciertos momentos puede que no se le permita entrar al perro, a la inversa tambien deberia de darse; una zona en la que el perro pueda estar tranquilo sin la posibilidad de que el niño pueda entrar, sobre todo si no hay una supervisión de los tutores.

PRESENTACIÓN ENTRE PERROS Y NIÑOS

El primer encuentro entre perros y niños debería de ser de manera natural, en un entorno tranquilo y controlado.

Las personas no deberían sobreexcitar al perro para que este pueda asociar la presencia del niño con algo tranquilo, permitiendo acercarse y olerle.

Observar cuidadosamente las reacciones de los perros y niños y reforzar los comportamientos tranquilos y curiosos.

Fomentar momentos de descanso y de calma entre ambos, ayudarán a normalizar y mejorar el vínculo.

Nunca habría que dejar solos a los perros y niños sin supervisión.

 

TIEMPO Y ATENCIÓN

En muchos casos, suele darse que, antes de la llegada del niño, el perro es el centro de atención de las personas, todo gira en torno a él y de repente, en cuanto llega el nuevo miembro esta atención y el tiempo que se les proporciona cambia totalmente.

El tiempo que se le puede ofrecer a los perros cambia considerablemente, en muchas ocasiones disminuye y casi siempre en presencia de otro ser vivo, en este caso el bebe y que también reclama atención.

La atención recibida ya no es la misma y cuando se le da, casi siempre está presente el niño, y eso puede llegar a ser frustrante para el perro si no se le ha ido habituando de manera progresiva.

Sería muy positivo poder mantener ciertas rutinas en las que el perro pueda recibir atención, paseos, juegos, momentos de contacto y descanso en las que el protagonista sea él también, para que no se sienta desplazado y con la frustración que esto le puede generar. 

Fomentar experiencias de calidad y poco estresantes como paseos tranquilos, siestas entre perros y niños sería una buena manera de reforzar el vínculo y el respeto entre ellos.

 

SUPERVISIÓN ENTRE PERROS Y NIÑOS

La mayor tasa de agresividad se da en perros y niños y eso se entiende teniendo en cuenta que los bebés a medida que crecen y empiezan a gatear y tienen más autonomía son mucho más intensos, invasivos y estresantes para los perros.

Todos estos comportamientos se traducen en perros mucho más estresados, con peor gestión emocional y si no hay una buena supervisión, puede acabar en una agresividad de los perros hacia los niños.

Hay que explicar a los niños que los perros no son un juguete y que debemos de respetar sus espacios, evitar la sobreestimulación y fijarse en su lenguaje corporal para saber si estamos siendo molestos.

 

LLEGADA DE UN PERRO A UNA CASA CON NIÑOS

En el caso de que sea un perro el que llega a una nueva familia en la que hay niños, lo primero sería hacerles entender a los niños que el cambio que supone para el perro llegar a un entorno nuevo con personas nuevas va a ser bastante estresante.

Los primeros días solo deberíamos de preocuparnos de que el perro haga una asociación de que tanto las personas como los niños no son un peligro, por lo tanto hay que dejarle tranquilo y fomentar mucha calma y promover momentos de descanso y tranquilidad.

Eduquemos a los niños en el respeto hacia los perros. Serán mejores personas, los perros serán más felices y habrán muchos menos «accidentes» indeseados.

 

CONCLUSIÓN

La adaptación para una buena relación entre perros y niños es un proceso gradual. 

Darle tiempo al perro para que se acostumbre al nuevo miembro de la familia es crucial. 

Algunos perros pueden necesitar más tiempo que otros para adaptarse completamente.

La llegada de un bebé a un hogar con un perro puede manejarse de manera exitosa con planificación, paciencia y respeto. 

Al preparar adecuadamente al perro y proporcionar un ambiente seguro y controlado, es posible fomentar una relación armoniosa entre los perros y niños, asegurando el bienestar de toda la familia.

La llegada del nuevo miembro de la familia no debería de generar ningún problema a nuestro perro, sino todo lo contrario, una implementación de la felicidad como parte de la unidad familiar.

Con buenas pautas, respeto y empatia se puede conseguir una buena relación entre perros y niños.

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miedo en perros

MIEDO EN PERROS. ¿COMO PUEDO AYUDARLE?

Lo primero que habría que valorar antes de querer ayudar a nuestro perro, sería entender que es el miedo .

El miedo es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. 

El miedo en perros, como en las personas, es una herramienta que nos ayuda a ser cautos, de ahí que no crucemos la calle sin mirar o nos tiremos de un balcón; por miedo a que nos pase algo.

Todos nacemos con predisposición a tener miedo, es una herramienta fantástica para sobrevivir; es natural tener miedo, sobre todo en edades tempranas. 

El miedo se cimenta en dos componentes: uno genético y otro adquirido

Es muy importante entender que en el día a día siempre hay experiencias positivas y negativas, y lo más importante es saber gestionar estas experiencias para no convertirse en traumáticas. 

Nuestras experiencias son las que condicionarán a que tendremos miedo: “aprenderemos” a tener miedo a algunas cosas más allá de nuestros miedos innatos o ancestrales.

La máxima expresión del miedo es el terror. Además, el miedo está relacionado con la ansiedad y el estrés. El estrés es la respuesta del organismo a un cambio y NO es específico, sino individual.

El estrés es la herramienta que permite al cuerpo adaptarse al ritmo diario. Sin estrés no podríamos vivir.

Lo que sí que debería de preocuparnos es la gestión del estrés y muy especialmente lo que se conoce como estrés crónico.

Señales de miedo en perros más comunes

Cola entre las piernas; Orejas hacia atrás; Temblores; Jadeos; Huida; Inmovilización; Salir corriendo o se muestra hiperactivo ante la imposibilidad de escapar; Ladra constantemente en tandas largas y nerviosas, ladrido penetrante, molesto.

Se manifiestan también de otras formas, tanto en actividad, como en lenguaje corporal y comportamiento.

Miedo en perros más comunes

El miedo en perros puede aparacer en cualquier situación, en función del momento, el entorno y el estado emocional, y sobre todo en edades tempranas, un cachorro al tener menos experiencias e información de estas y de los estimulos que le rodean, es mas facil que tenga mas miedos.

Ruidos inesperados, amenazas y castigos, discusiones externas, la soledad, ir atados sin posibilidad de escapar, estímulos sensoriales demasiado intensos, novedades externas, dueños inseguros, miedos heredados, mala manipulación, todo estos motivos pueden hacer aparecer el miedo en perros.

Tipos de miedo en perros e intensidades

El miedo en perros podemos catalogarlos en tres tipos:

MIEDO BAJA INTENSIDAD:

– Este miedo es BUENO. Es adaptativo y ayuda a ser cauto.

– Usa las señales de calma.

– Quiere investigar pero no se atreve.

– Avanza lento, retrocede rápido.

– Ante esos miedos, no darle importancia, no hablarle, ni mirarle.

– Actitud calmada ( SER BUEN REFERENTE ).

– ………..

MIEDO MEDIA INTENSIDAD:

– Muestra inseguridad

– Intenta hacer señales de calma.

– Aparecen síntomas de estrés; movimiento, saltar, coger cosas con la boca, rascarse, jadeo…

– Gruñe y amenaza a lo que le da miedo, quiere que se aleje.

– Si no supera el miedo, este empeora.

– El estrés activa la amígdala.

– …………

MIEDO ALTA INTENSIDAD:

– Lanza bocados a lo que le asusta

– NO emite señales de calma.

– Posiblemente dejó de ladrar y pensar; su objetivo es que se aleje lo que le da miedo o huir.

– Es posible que muerda lo que tiene cerca (correa, persona, perro..).

– …………

Comportamientos asociados al miedo en perros

Agresividad; Dependecia; Hiperactividad, Re-atividad, Egocentrismo/Hipersociabilidad; Indefensiñon aprendida; Estereotipias, comportamientos compulsivos…

Cómo ayudar a nuestro perro

La única manera que tenemos las personas de poder ayudar a nuestro perro cuando tiene miedo es comprender de dónde viene el miedo, cómo actuar para no generarle más miedo al perro y en todo caso ayudarle para que pueda superarlo o al menos gestionarlo mejor.

Una de las claves es intentar conseguir que el perro sea más seguro de sí mismo, confíe en sus entornos más próximos y que confíe más en la familia para que cuando se den estas situaciones que le provocan miedo ( petardos, viento, lluvia, otros perros, una bici…), el perro sepa gestionarlo de la mejor manera.

¿ Alguien se imagina estar asustado y nervioso y la persona en la que confías, te chille, te grite te golpeé? Pues esto se suele hacer cuando un perro está nervioso y asustado; nosotros le reprimimos, con las fatales consecuencias que puede traer esto 😵‍💫

Cuando un perro está asustado, necesita que alguien comprenda su miedo, que no pretenda que no lo exteriorice ni que sea reprimido y que le aporten toda la calma posible.

El miedo en perros se trabaja siempre desde el respeto y la empatía, jamás desde el castigo.❤️

Nuestra formación y experiencia en miedo en perros es amplia y actualizada. Si tienes un perro con problemas de gestión emocional, no dudes en contactar con nosotros.

¡Cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de intentar ayudarte!